Ser mujer, madre, emprendedora y profesional es exigente. Mucho más, cuando se empieza un negocio propio, sabemos que el gran reto será equilibrar nuestra vida familiar y laboral. Si ser mujer se ha vuelto cada vez más multitasking, con la llegada de hijos la situación se complica aún más.
Muchos negocios de emprendedoras comienzan en el hogar. Es la gran oportunidad para trabajar y estar cerca de los hijos. Sin embargo, no todos los negocios son iguales. Asimismo, en lo que la empresa empieza a crecer llegará el día en que el negocio tendrá que salir de la vivienda familiar hacia su propio espacio para continuar con su desarrollo.
Por supuesto, el camino hacia el éxito en la conciliación de la vida laboral y familiar será diferente para todas. No se podrá comparar una madre de un niño pequeño o un bebé, a la de un adolescente; ni a la madre trabajadora, a la que ocupa un cargo directivo. También tendrá su peso la cantidad de hijos y si cuenta con el apoyo de su pareja o de su entorno familiar.
Lo cierto es que a la ya compleja vida de la mujer profesional e independiente, se suman nuevos desafíos cuando decide tener hijos y ver a la familia crecer.
¿Qué significa conciliar vida laboral y familiar?
El equilibrio entre trabajo y vida privada significa tener una vida fuera del trabajo, lo cual es importante para la salud física y mental. Significa pasar tiempo con la familia, tener aficiones, participar en actividades fuera del trabajo y mucho más.
Cuando se emprende un negocio es tan exigente que apenas queda tiempo para nada más. Igual ocurre si se quiere desarrollar una carrera profesional que destaque. Sin embargo, queremos compartir algunas recomendaciones para que puedas conseguir el necesario equilibrio entre disfrutar de tus hijos y hacer crecer tu negocio o impulsar tu carrera profesional.
1. Establece límites y aprende a ser flexible
Una de las mejores maneras de lograr conciliar vida familiar y laboral es establecer límites desde el principio. Precisa cuánto tiempo quieres dedicar al trabajo y cuánto tiempo quieres dedicar a tu familia, así será más fácil elaborar un plan diario que te ayude a conseguir ese equilibrio.
Por ejemplo, tal vez quieras estar en casa para cenar todas las noches o quieras pasar algunos fines de semana fuera de la oficina. Para que esto funcione, hay que tener un plan desde el principio.
Por supuesto, la flexibilidad es clave. Es posible que una semana necesites más tiempo debido a algo que ocurre en la vida familiar y que más adelante necesites menos tiempo, cuando las cosas vuelvan a estabilizarse. Pero al establecer límites aprendes a manejar y optimizar el mismo tiempo, y con la flexibilidad logras adaptarte tanto al cumplimiento de las obligaciones como a los imprevistos.
2. Planifica tu jornada laboral
Una vez que has establecido tus jornadas laborales hay que planificarlas. Haz una lista de las tareas que deben realizarse, establece prioridades y asigna el momento del día para hacerlas. Incluye unos minutos de descanso entre una actividad y otra, y aprovecha el tiempo al máximo para lograr máxima productividad.
Al planificar por lapsos de tiempo se te hace más fácil concentrarte. Tener una fecha límite te ayuda a retomar el rumbo cuando te desconcentras y pierdes tiempo. De igual forma, el reservar el tiempo de las cenas y los fines de semana para compartir con tus hijos, te ayuda a ser más consciente del esfuerzo que debes dedicar al tiempo laboral.
3. Equilibra y aprovecha la tecnología
Precisa cuándo es más eficiente enviar un correo electrónico o tener una rápida reunión en línea. Habrá momentos en que con enviar correos electrónicos será suficiente para organizar actividades, tareas o responsabilidades.
Es un hecho que no siempre logramos trasmitir todo lo que queremos por escrito. Entonces es mejor tener una reunión rápida y efectiva con tus colaboradores o colegas por Zoom o Google Hangouts, aclarar dudas y seguir adelante. Por supuesto, las reuniones deben ser breves, oportunas y puntuales.
Asimismo, aprovecha herramientas como Google Calendar para planificar tu jornada tanto laboral como familiar. Coloca alarmas en tu teléfono inteligente para que nada quede fuera de control y seguimiento. Herramientas como Trello o Monday te ayudarán a organizar tareas y designar responsables.
El uso que hagas de la tecnología también es un buen ejemplo para tus hijos. No solo para aprovechar sus bondades, sino también para entender cuándo llegó el momento de apagar el computador o desconectarse del teléfono móvil.
4. Celebrar el éxito en familia
Una de las prácticas más gratas para lograr que funcione la vida como emprendedora es celebrar el éxito del negocio en familia. Cuando celebras cada hito, por pequeño que sea, con tus hijos, ellos aprenden a entender que también aportan para tu éxito profesional.
¿Cómo aportan? Cuando hacen sus deberes escolares a tiempo, cuando recogen sus juguetes, entienden que siendo responsable con sus deberes facilitan tu vida, pues te ayuda a ser más eficiente y productiva con tu trabajo.
La celebración de los éxitos profesionales con tus hijos contribuyen con los lazos de unión entre ustedes, así como le brindan la oportunidad de inspirarse en tu esfuerzo por el logro de las metas propias.
5. Respeta los acuerdos familiares
¿Prometiste llevar a tu niño al fútbol esta semana? ¿Quedaste con tu hija en tener una tarde de chicas? ¿Quedaste en ayudarlo con sus deberes? ¡Cumple los acuerdos con tus hijos! Esto no solo les demuestra el valor que tienen en tu vida, sino que además les enseña a ser responsables con lo que han establecido.
Si has planificado tu jornada laboral y llevas tu agenda, digital o impresa, todo debería fluir según lo previsto. Por supuesto, pueden surgir imprevistos que puedan afectar un acuerdo. En ese caso, tómate el tiempo de explicarle a tus hijos qué ocurrió y vuelvan a establecer nuevos acuerdos.
Ser madre, mujer y profesional tiene dificultades y grandes satisfacciones. Lo sabemos. Pero no hay ningún desafío que no se pueda superar cuando priva el amor por tus hijos y el compromiso de congeniar tu vida laboral y familiar con respeto, equilibrio y armonía.
¿Y tú cómo equilibras las alegrías de la crianza con el desempeño profesional? Déjanos tus recomendaciones en los comentarios.