Un ecommerce es una herramienta de venta por internet que ha catapultado a emprendimientos y marcas, por su bajo costo y venta sin intermediarios. Diseñar un ecommerce para un negocio brinda grandes beneficios en el corto plazo. Es un paso muy importante dentro de la estrategia de comercialización de un producto o servicio, ya que es un factor determinante en el incremento de las ventas.
No hace falta ser una gran empresa para tener una tienda virtual. Cualquier tipo de emprendimiento puede plantearse el desarrollo de un ecommerce. Por supuesto, amerita inversión y trabajo, pero es una medida que rápidamente puede generar buenos resultados.
Si se ha tomado la decisión de diseñar un ecommerce es un proyecto en el que intervienen distintos profesionales, no solo del área de tecnología, también del área de marketing y comunicaciones.
Qué es un ecommerce
Comencemos por saber ¿qué es un ecommerce? Un comercio electrónico es un portal web utilizado para comercializar productos o servicios online y permite darse a conocer en el entorno digital. Cualquier negocio con una tienda física, puede completar su estrategia de ventas con una gestión virtual. O también puede decidirse solo tener una gestión de ventas en linea, ante lo cual el ecommerse cobra mayor relevancia.
Se trata de un modelo de negocio por Internet, similar a una tienda física, pero donde se ofertan productos las 24 horas del día, los 365 días del año. Como todos los servicios por Internet los usuarios pueden ingresar con cualquier dispositivo, desde cualquier parte del mundo y en todo momento.
Es por ello que diseñar un ecommerce se ha convertido en una estrategia indispensable de marcas y compañías de todo tipo, grandes o pequeñas, y a escala mundial. Los aspectos a considerar para el diseño y funcionamiento de un ecommerce son su usabilidad, presentación gráfica, velocidad de conexión y posicionamiento.
Para que se utiliza un ecommerce
Al tratarse de una página web, el ecommerce debe convertirse en una experiencia de compra satisfactoria para los clientes. Esta experiencia abarca más allá del producto vendido en sí mismo.
Una buena experiencia del usuario depende de un desarrollo y diseño óptimos. Tiene que ser un espacio en el que se pueden registrar clientes, hacer lanzamientos, consolidar una base de datos para mantener contacto directo, junto con otras herramientas digitales, como puede ser el newsletter.
Con el diseño adecuado pueden gestionarse formas de pago legales, seguras y hacer seguimiento de las compras por parte de los clientes. También desarrollar un servicio automatizado post-venta para garantizar la entrega en el menor tiempo posible, la atención de las dudas o reclamos, lo cual impacta directamente en la satisfacción del cliente.
El diseño web y la usabilidad de un portal para un ecommerce deben complementarse con la optimización de su contenido. Las páginas web son piezas fundamentales para el posicionamiento de una marca o empresa en el ecosistema digital y esto se logra utilizando SEO. Que puede ser on-page y off-page, así como direccionar hacia las redes sociales del emprendimiento, marca o compañía.
Además de la venta directa de productos en línea, los ecommerce permiten desarrollar campañas de publicidad paga que puede verse desde los motores de búsqueda. También se puede hacer publicidad desde otros portales web donde se desee invertir en formato banners o display. Todo forma parte de la estrategia de marketing digital, que planee desde la concepción del portal.
Cómo diseñar un ecommerce
Diseñar un ecommerce comienza con la idea o concepto de lo que se quiere comercializar. Si se trata de una marca conocida el diseño web obviamente se adapta a la imagen de la empresa. Si se tratase de un emprendimiento o marca emergente debe comenzar por definir algunos aspectos importantes, tales como:
1. Información de la marca: esto es elegir el nombre de la marca, tener listo un logotipo que servirá para identificar el interior del portal. Lo mismo, tener preparado varias versiones de dominio para el momento de solicitarlo y que sea cónsono con el nombre de la marca
2. Adquirir un hosting: el hosting es el espacio en el que estarán almacenados los datos del ecommerce. Para ello existen sitios especializados con servidores disponibles como Prestashop, Woocommerce o WordPress.
3. Establecer un Sistema de Gestión de Contenidos (CMS): esta es la plantilla gratuita o paga donde se instalará el comercio electrónico. Algunas ya vienen predeterminadas lo que facilita organizar el contenido y disminuye el costo de inversión de programación.
4. Definir los medios de pago: este aspecto es muy importante al momento de diseñar un ecommerce. La seguridad y legalidad de los pagos dentro del ecommerce le darán confianza y credibilidad a la marca.
5. Organizar productos o servicios: Un elemento clave a considerar es mostrar adecuadamente los productos o servicios a comercializar, estos deben tener una descripción clara y sencilla, calidad de la imagen fotográfica. En el caso de los servicios se debe especificar con precisión de que se trata.
6. Elaborar la estrategia de Marketing: muchos se aventuran a diseñar un ecommerce sin tomar en cuenta el mercadeo digital que deben ejecutar. Esto no es recomendable porque retrasa el posicionamiento de una marca y genera mayores costos para hacerlo visible en un entorno donde se conectan millones de personas cada día.
7. Medir el porcentaje de conversión o ROI: como todo proyecto digital en el que hay una inversión, hay que medir resultados. El gerente del proyecto debe precisar el porcentaje de retorno de la inversión (ROI) que tiene esta acción. Si se monta una plataforma de comercio electrónico pero los clientes no llegan hasta la web o si llegan no hacen el recorrido hasta concretar la venta, hay que evaluar y hacer los ajustes correspondientes para que esta acción rinda los frutos esperados.
Diseñar un ecommerce es dibujar un proyecto digital en el que interactúan cientos de usuarios -cuando no son miles o millones, basta con que pensemos en Amazon-, que interactúan todo el día desde cualquier rincón del mundo.
Por eso es un proceso que debe ser considerado con la misma relevancia, organización y esmero como si se tratase de la apertura de una tienda física de la empresa. Si se trata de una nueva marca, hay que asesorarse con expertos que realicen una hoja de ruta con todos los elementos que un ecommerce requiere para dar los resultados esperados.