La equidad de género en la empresa es un reclamo no solo de la sociedad en los tiempos que vivimos. También forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable que la Organización para las Naciones Unidad ha definido para ser alcanzados para el año 2030. Un compromiso que trasciende a las naciones e involucra a la sociedad entera.
Definiciones para comprender y avanzar
Si se quiere impulsar una estrategia de equidad de género dentro de la empresa, hay que tener claro que equidad e igualdad de género son conceptos similares, que se complementan, pero tienen sus propias particularidades y alcances.
La Unesco precisa que la igualdad de género implica igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para mujeres y hombres, incluso niñas y niños. La igualdad no significa que mujeres y hombres sean iguales, sino que los derechos, responsabilidades y oportunidades a los que acceden no dependen del sexo con el que nacieron.
La equidad de género tiene que ver con la imparcialidad en el trato que reciben mujeres y hombres de acuerdo con sus respectivas necesidades. A menudo, incorporar una estrategia de equidad de género implica compensar las desventajas históricas y sociales que han tenido las mujeres desde siempre.
Este principio, implica además que se debe superar la discriminación tanto por la identidad sexual como por la orientación sexual. La primera tiene que ver con el reconocimiento que tiene una persona de pertenecer a un determinado sexo; mientras que la segunda tiene que ver con que hacia cuál sexo la persona se siente atraída.
En este sentido, la igualdad de género está más al alcance de Estados y gobiernos, mientras que la equidad de género bien puede ser implementada en el entorno empresarial.
Cómo avanzar en la equidad de género en la empresa
1. La perspectiva de género desde el reclutamiento
La discriminación que viven numerosas mujeres en el entorno laboral comienza desde el mismo momento en que se define el perfil de un cargo y se hace pública la vacante.
En este sentido, para mejorar la equidad de género en la empresa, lo primero a considerar es que ser mujer o ser hombre no debe ser un requisito en la búsqueda de personal. Asimismo, la contratación del mejor talento debe ser en igualdad de condiciones, ya sea mujer u hombre.
2. Promover la inclusión en la cultura organizacional
Fomentar una cultura inclusiva dentro de la empresa significa implementar acciones como:
- La equidad de género debe estar dentro de los principios de la compañía. Todo el personal debe estar informado sobre ello.
- Hay que diseñar y comunicar un protocolo contra el hostigamiento y el acoso sexual, así como erradicar las bromas sexistas dentro de la empresa.
- El personal necesita estar capacitado en torno a cómo prevenir y detectar la violencia de género y el acoso.
- Hay que promover la formación y las oportunidades de promoción en igualdad de condiciones para hombres y mujeres, sin que importe ni su identidad ni su orientación sexual.
- Es necesario eliminar brechas salariales entre hombres y mujeres en cargos similares con formación similares.
- Hay que reconocer públicamente los logros de los colaboradores, sean hombres o mujeres.
- La empresa debe promover y reconocer el liderazgo femenino, por sus habilidades y actitudes, no simplemente por el sexo.
- Hay que proteger y valorar el embarazo, la maternidad y la crianza. Ello implica erradicar cualquier forma de desigualdad para las colaboradoras que se embarazan o con hijos en la niñez.
Por dónde comenzar
Por supuesto, el primer paso es hacer un diagnóstico desagregado por género dentro de la empresa. La información es de fácil acceso, está dentro de la propia oficina de talento humano.
Es importante considerar que aunque en una empresa la mayoría de los trabajadores sean mujeres, no significa que haya equidad. Hay que analizar si existen diferencias de salario entre empleados y empleadas, así como si hay preferencia entre hombres y mujeres al momento de definir los ascensos.
Asimismo, hay que identificar los beneficios que genera tener una fuerza laboral más equilibrada, tanto en oportunidades como en presencia de mujeres en cargos directivos.
Finalmente, la consultora Mckinsey precisa que los CEO que quieren impulsar avances sustanciales en torno a la equidad de género dentro de la empresa, deben hacerse honestamente las siguientes preguntas, por muy incómodas que puedan resultar las respuestas:
- ¿Cómo comunicar el imperativo económico y estratégico de crear un equipo directivo diverso y convertirlo en una meta común para toda la organización?
- ¿Qué medidas específicas para mejorar la diversidad de género son adecuadas para la organización, y cómo asegurar que tengan efecto en todos los niveles?
- ¿Cómo hacer para que las mujeres ocupen roles con responsabilidad por los resultados, y roles de supervisión de las funciones de soporte, para prepararlas para funciones ejecutivas de mayor alcance?
- ¿Cuál es la manera de acelerar el reclutamiento del talento femenino y al mismo tiempo garantizar que las mujeres promovidas cuenten con el apoyo necesario para triunfar?
Impulsar la equidad de género dentro de la empresa es una necesidad y una urgencia de la actualidad. Promueve programas de formación en igualdad de condiciones. Una opción excelente: las maestrías de ESPAE. Más detalles aquí.