El modelo de desarrollo económico instaurado ha obligado a los organismos internacionales, gobiernos y empresas a pensar en el futuro. Tanto de la actual generación como de las próximas. El deterioro del ambiente, el cambio climático y el desequilibrio social han sido los ejes centrales a tratar en las agendas mundiales para el desarrollo.
Entre las posibilidades de hallar soluciones plausibles se encuentra, sin duda, dar el paso para convertirse en una empresa sostenible. Los retos para lograrlo son exigentes pero necesarios ante el deterioro ambiental que ha dejado la industrialización.
La empresa y la situación actual
El profundo deterioro ambiental pone en riesgo la estabilidad de las empresas, a mediano plazo, y su valor real como organización. El Banco Mundial ha estimado que para el año 2030, los fenómenos meteorológicos llevarán a 132 millones de personas a la pobreza extrema.
Para los países de medianos y bajos ingresos, los desastres naturales esto representará un costo de alrededor de US$ 18.000 millones anuales. Para las empresas se estima un costo en al menos US$ 390.000 millones, calculados en daños a la infraestructura de transporte y a la generación de energía.
Las proyecciones no son esperanzadoras. Sin embargo, las empresas tienen un importante rol dentro de la sociedad, como generadoras de empleos y fuentes de productos y servicios. Tienen la responsabilidad y el desafío de transformar sus procesos productivos hacia la sostenibilidad, como único escenario para garantizar estabilidad, valor y rentabilidad.
Asimismo, este panorama se suma el hecho de que los países y la Organización de las Naciones Unidas firmaron el acuerdo por los Objetivos de Desarrollo Sostenible para conseguirlos en el año 2030. Un compromiso en el que las empresas tienen un papel protagónico. ¿Está tu negocio preparado para contribuir con un mundo mejor y convertirse en una empresa sostenible?
El camino para convertirse en una empresa sostenible
Las regulaciones e impuestos más estrictos para lograr cero emisiones de carbono hace que las empresas inviertan más. Pero también por atender las condiciones a las que se enfrentarían si se continúa profundizando la emergencia climática, la pérdida de diversidad y la desigualdad social.
Asimismo, la sociedad civil y las nuevas generaciones de consumidores están más vigilantes del impacto que tienen las empresas sobre las comunidades donde hacen vida. Este escenario pone a las empresas a asumir nuevos retos para lograr contribuir con la sostenibilidad.
Puntualmente, convertirse en una empresa sostenible pasa por los siguientes desafíos:
Rediseñar nuevos modelos de gestión.
Los nuevos modelos de gestión más sostenibles es una demanda central hacia las empresas. Es la vía para minimizar el impacto negativo sobre el entorno social y sobre los recursos naturales. En el caso de las empresas que inician operaciones, ya se habla de empresa nativa circular como aquella que nace aplicando la economía circular.
Desarrollar políticas inclusivas.
Es un factor determinante para el crecimiento empresarial, desarrollar políticas inclusivas dentro de la organización, que generen satisfacción y felicidad. Es por ello que fomentar la equidad y la inclusión garantizarán la creatividad y la innovación de los colaboradores.
Asumir el nuevo rol a favor de la sostenibilidad.
Evidentemente, pensar en el desarrollo sostenible es un cambio de paradigma a nivel empresarial. Por lo tanto, amerita comprender el papel preponderante que juega la empresa en la sociedad y como parte de la solución en la crisis mundial.
Incluir el Cambio Climático en la agenda.
El mayor de los retos de sostenibilidad para la empresa contemporánea es que el Cambio Climático sea parte de la estrategia y la gestión empresarial. Se deben tomar en cuenta aspectos como reducción de las emisiones de carbono, manejo de residuos sólidos, contaminación de las aguas o deforestación de bosques, entre otros.
Impulsar la innovación tecnológica.
El desarrollo tecnológico es un factor decisivo cuando se apuesta por medidas de sostenibilidad a nivel empresarial. La transformación digital representa una contribución significativa en la descarbonización de los procesos de las empresas.
Entender a los consumidores.
Este es quizás uno de los retos de sostenibilidad del presente. Los consumidores prefieren empresas de emisiones 0. Cada vez existe mayor conciencia y preocupación por el futuro en la sociedad actual y de las nuevas generaciones. Los consumidores están interesados en empresas que utilizan alternativas ecoefectivas en su cadena de producción.
Atender a los grupos de interés.
La empresa debe considerar cuáles son sus grupos de interés. Estos grupos son los pequeños productores, las pymes, los emprendimientos y la comunidad local, entre otros. Juntos pueden crear alianzas que generen oportunidades y respuestas a las necesidades, para juntos crear una agenda sostenible dentro desde la organización hacia los espacios con los que se relaciona.
La urgencia del cambio
La pandemia que comenzó en el 2020 y afectó significativamente a la economía mundial ha impulsado aún más la urgencia en un cambio en el modelo de desarrollo. Empresas tradicionales y ampliamente consolidadas se han sumado al esfuerzo y están dando el viraje hacia modelos de negocio más sostenibles. Asimismo, se están constituyendo nuevas empresas con procesos productivos sostenibles desde su fundación.
Convertirse en una empresa sostenible amerita un reenfoque que pondera la resiliencia, creatividad e innovación. Los retos de sostenibilidad que deben asumir las empresas marcan la estabilidad y su futuro.
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