El desempeño profesional de la mujer ha cobrado un reconocimiento significativamente mayor que en décadas pasadas y la apuesta por la equidad de género va en aumento. Aunque en la agenda mediática social es difícil no encontrarse con publicaciones sobre el rol de la mujer profesional o al liderazgo femenino, sin embargo, todavía hay desigualdades por superar.
Según cifras de la CEPAL más de 73% de quienes hicieron frente a la pandemia en los hospitales y centros de salud fueron mujeres. A pesar de ello, la participación de las mujeres en el mercado de trabajo cayó 46% en 2020 y el desempleo subió a 12%. Además, con brechas salariales, respeto a sus colegas masculinos en funciones similares.
Identificar el potencial de la diversidad de género y las barreras que existen para el avance de la mujer, tanto en el mercado laboral, como en puestos de liderazgo empresarial, es una dirección que apunta no solo al equilibrio. Además, puede favorecer la rentabilidad y el desarrollo sostenible.
Qué marca el desempeño laboral de la mujer
Además de los cambios estructurales y legislativos que deben darse en cada país, el sector empresarial comienza a reconocer el rendimiento de las mujeres. Se ha demostrado que en empresas en las que las mujeres ocupan cargos de dirección, se tienen mejores resultados económicos.
La directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE, Yvette Mucharraz, encontró que la perspectiva femenina en el manejo de crisis incorporaba elementos y variables diferentes. La investigadora estima que la participación de la mujer puede potenciar y acelerar las soluciones de los desafíos del futuro. Así lo relata en un artículo escrito para Forbes.
Para Mucharraz, “El liderazgo femenino y la mayor participación en la toma decisiones es fundamental para enfrentar el mundo BANI, descrito por Cascio”. Los llamados entornos BANI fueron descritos por el investigador y futurólogo Jamios Cascio, en 2016. BANI es un acrónimo en inglés que significa: fragilidad, ansiedad, no linealidad e incomprensibilidad. Es una categorización que se refiere a los tiempos de constantes cambios que se están viviendo y la necesidad de plantear nuevas perspectivas.
La investigadora sostiene que los atributos del liderazgo femenino pueden, en un contexto de relaciones personales, lograr asimilar los cambios de un modo resiliente. Así como generar redes y ecosistemas de innovación en equipos de trabajo colaborativo, si se diese mayor visibilidad al liderazgo femenino en los puestos de dirección de las organizaciones y empresas.
La mujer en el entorno empresarial
En una medición realizada por el Banco Mundial, las mujeres todavía acceden a solo tres cuartas partes de los derechos reconocidos a los hombres. Solamente dos países de 32 economías de la región promulgaron algún tipo de reforma al respeto de la equidad de género, Argentina y Colombia.
Estas cifran fueron presentadas en el octavo informe anual denominado La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022. Allí se utilizaron ocho indicadores para analizar la relación entre la igualdad legal de género, el espíritu empresarial y el empleo de las mujeres.
En un enfoque más global las cifras no son tan diferentes. La ONG Value for Women identificó que nada más 22% de las inversiones de impacto llegan a empresas con al menos una mujer fundadora. Únicamente, 6% de las inversiones en capital de riesgo o capital privado van a compañías de mujeres y que las empresas lideradas por mujeres reciben US$5.000 millones menos en financiamiento que las lideradas por hombres.
Sin embargo, algunas cifras no están completamente en rojo. Hay buenas señales por el camino. Según las estimaciones de Global Impact Investment Network, en 2019 hubo un crecimiento de 300% en las inversiones con enfoque de género. Lo que representa casi 3.400 millones de dólares, desde 2015.
En 2020, Project Sage 3.0 contabilizaba una cartera total de 4.800 millones de dólares en 138 fondos de capital privado y de riesgo con enfoque de género.
Potenciando la diversidad en la organización
Una organización puede aprovechar al máximo los beneficios que el diseño de una estrategia de diversidad de género representa para su futuro. Se trata de apostar por una sociedad equilibrada que abre las puertas para las ideas, las buenas prácticas y el desarrollo.
En distintos espacios, existe un impulso por el que hay que trabajar para encontrar la necesaria equidad que el mercado de trabajo debe ofrecer a la mujer, así como el fortalecimiento y la consolidación de redes y financiamiento para el emprendimiento femenino.
La reflexión que entraña efemérides como la del Día Internacional de la Mujer debe apuntar a acortar la brecha salarial, las oportunidades de empleo y la formulación de leyes que permitan un crecimiento profesional equitativo. El liderazgo femenino tiene atributos que todavía demandan un mayor estudio e investigación.
¿Cómo evalúas el desempeño laboral de la mujer? Déjanos tu opinión e iniciemos el debate.