Design Thinking traduce en español como pensamiento de diseño. Fue planteado para el área de ingeniería por John E. Arnold, en 1959. Algunos años después, en 1970, fue desarrollado más ampliamente por la Universidad de Stanford en Estados Unidos. Pero no fue sino hasta 1991 que el fundador de la empresa IDEO, David M. Kelley, redimensiona el concepto tal y como es conocido hoy en día.
¿Qué es Design Thinking?
Design Thinking es un método de cinco fases que potencia la innovación y ayuda a conocer las preferencias de usuarios, consumidores o clientes. El proceso se desarrolla de manera multidisciplinaria y es fundamentalmente para la resolución de problemas o necesidades. Al tratarse de una metodología de diseño, no exclusiva de diseñadores, es también aplicable en empresas, en estudios académicos y hasta en la vida personal.
Como todo sistema debe realizarse cada fase para lograr con éxito el propósito por el cual se ha implementado. A nivel empresarial, la participación multidisciplinaria favorece la innovación en productos y procesos, permitiendo ver las soluciones desde distintas perspectivas.
El Design thinking puede considerarse como una estrategia efectiva para la resolución de problemas a los que aún no se le haya encontrado una solución satisfactoria. Sobre todo para aquellas empresas cuyos productos forman parte de la vida diaria del consumidor final.
Design Thinking: cómo aplicarlo
Los elementos más destacados de esta metodología son la creatividad y la innovación. Donde las cinco fases que componen el sistema son desarrolladas de la misma manera que lo hacen los diseñadores. Veamos de qué se trata.
- Empatía: Para aquellas empresas cuyo producto o servicio posee clientes directos lo ideal es comenzar elaborando un mapa de Empatía. Colocarse en el lugar de los clientes permitirá conocer profundamente la experiencia del cliente, sus necesidades, sus deseos y sentimientos. Con todo ello, se obtiene el producto o servicio que resuelva el problema.
- Definición: a partir de la información obtenida de la primera fase se define el problema o reto a resolver, esto adelanta las posibles siguientes acciones a realizar.
- Idea: el trabajo colaborativo en esta fase será un factor determinante, ya que la visión de cada miembro del equipo de trabajo dibujará el resto del proceso. Una dinámica de brainstorming resultará muy adecuada para perfilar la idea.
- Prototipo: en este punto se crea un prototipo para visualizar cómo se obtendrán las soluciones. Se trata de un primer experimento para anticipar algunos resultados. Sirve para saber qué puede funcionar y lo que posiblemente no.
- Prueba o Testeo: por último tiene lugar el experimento. Este debe materializarse para probar si toda la información recopilada y el trabajo colaborativo ha dado con la solución del problema que se ha planteado. En esta fase es propicio compartir el resultado que se ha obtenido con otros colegas, clientes o colaboradores. Finalmente, mostrarle al cliente las conclusiones y el producto logrado.
Recomendación final
Al tratarse de un modelo de trabajo flexible, colaborativo, creativo y enfocado en generar ideas, el Design Thinking se considera una pieza clave en el desarrollo de productos. El fin es generar productos o servicios cada vez más cercanos a cumplir con los deseos de los consumidores. Su implementación a nivel empresarial y de marcas reconocidas ha mostrado resultados capaces de cambiar la vida de organizaciones y personas.
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