Mucho antes de la crisis planetaria por el COVID-19, el cambio climático y la inclusión económica había entrado en la agenda de las empresas. La necesidad de tener prácticas comerciales con una visión de más largo aliento impulsó la definición de la estrategia ESG en los negocios.
ESG es una sigla en inglés que significa Environmental (ambiente), Social (criterios sociales), Governance (gobernanza o gobierno corporativo). Estos tres factores se convirtieron en prioritarios para evaluar la sostenibilidad de una inversión. En español, se reconoce por las siglas ASG (Ambiental-Social-Gobernanza).
La reflexión viene desde los 90, cuando surgió el concepto del Triple Resultado o Triple Impacto, cuando se hablaba que las empresas debían beneficiar a las personas y el planeta. Una tesis que defendía que los negocios no debían centrarse solo en los dividendos económicos. El concepto evolucionó al enfoque actual de ESG, que a su vez, es la piedra angular de la inversión sostenible y responsable (también conocida por el acrónimo ISR).
¿Cómo entender el enfoque ESG en los negocios?
La consultora global Deloitte explica cuáles son los criterios que forman parte del enfoque ESG en los negocios:
Criterios ambientales
Son aquellas actividades empresariales que tienen un impacto positivo en el ambiente, tales como: reducir las emisiones de carbono, manejo de residuos sólidos, o reducción de la contaminación.
La visión no debe incluir no sólo la reducción de los efectos negativos del negocio, sino una gestión proactiva o regenerativa, como el uso de nuevas fuentes energéticas, la protección de la biodiversidad o siembra de árboles talados, entre otras.
Criterios sociales
Este criterio ESG para los negocios incluye, en primer lugar, todo lo relacionado con el respeto de las condiciones laborales y los Derechos Humanos. Al mismo también, también abarca las relaciones con las comunidades donde la empresa opera.
Al prestar atención a estos criterios de impacto social, se garantiza que la empresa se convierte en un factor que estimula la inclusión de empleados y comunidades vecinas, en un entorno saludable de producción económica.
Criterios de gobernanza
Este aspecto incluye todos los aspectos vinculados con el gobierno corporativo de las empresas, su cultura corporativa, sus procesos de gestión y su visión de la calidad.
Entre los criterios de buen gobierno que la empresa debe prestar atención se encuentran los programas de transparencia, la lucha contra prácticas anti-éticas, las adecuadas estrategias fiscales, las políticas internas con indicadores claros, el régimen normativo de los empleados, la compensación de los directivos, entre otras.
ESG en los negocios: ¿generan valor?
La respuesta es sí. Así lo testimonia otra firma global de renombre McKinsey & Company, quienes afirman que poner atención en los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo no es un freno en la creación de valor, sino más bien todo lo contrario. Precisan que numerosos estudios avalan que el retorno de la inversión es de 68%, frente a un 8% de quienes no tienen esas prácticas.
Ante la pregunta sobre cómo justificar una propuesta ESG desde una perspectiva económica, McKinsey responde que según su propia experiencia y las investigaciones realizadas, ESG se vincula con el flujo de caja de cinco maneras:
1. Contribuye con la mejora de los ingresos. Se atraen a nuevos clientes B2B y B2C, dispuestos a pagar más por productos sostenibles.
2. Reduce los costos. La reducción de las facturas de electricidad, agua y manejo de residuos sólidos impacta la estructura de costos.
3. Minimiza las intervenciones legales y regulatorias. Las empresas con un enfoque ESG ganan una mayor libertad estratégica y atenúan las inversiones de los organismos públicos.
4. Aumenta la productividad del personal. Una propuesta robusta de ESG incide en la satisfacción y el compromiso del personal, así como atrae nuevos y mejores talentos.
5. Optimiza las inversiones y gastos de capital. Aumenta la rentabilidad cuando se asigna capital a proyectos sostenibles, y se previenen inversiones irrecuperables a largo plazo para atender problemas de impacto ambiental.
En síntesis
Como señala Mckinsey: “Cada una de estas cinco palancas debe ser parte del checklist mental del líder a la hora de analizar oportunidades en ESG. Deben estar acompañadas por un conocimiento cabal de la dinámica más “blanda” y del personal requerido para que las palancas logren su cometido”.
La firma demuestra que los ESG en los negocios generan valor. ¿Cómo lograrlo? Sobre esto estaremos hablando en una próxima entrega. Suscríbete a nuestro blog para que estés informado de la próxima publicación.
2 comentarios
Excelente análisis de los ESG. Sin lugar a dudas una forma de trabajar que debe ser normal en toda empresa. Foco en el medio ambiente y en las personas, con una normativa interna justa y respetuosa con las leyes y políticas laborales.
Muchas gracias por su comentario Javier. Nos complace su valoración de este artículo. Lo invitamos a suscribirse a nuestro blog, donde continuaremos abordando este y otros temas de interés para el gerente del siglo XXI.