La Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial debe ser un área estratégica para los negocios. Hace un par de décadas, era consideraba simplemente una obligación que debían cumplir las empresas según su registro comercial o por una deducción de impuestos.
Sin embargo, en esta era digital en la que a través de las redes sociales todo el accionar de una empresa está a la vista, la Responsabilidad Social es una demanda de los nuevos consumidores. Es una vía para cultivar y la confianza tanto de los clientes, como de todos los stakeholders de una organización.
Ya no se trata solo de extender un cheque a nombre de una organización benéfica o de concienciar sobre alguna causa social. Las empresas están incorporando la RSC en su estrategia principal y alineándola con su imagen de marca.
En esta entrada del blog, compartiremos algunos consejos y trucos útiles para impulsar las iniciativas de Responsabilidad Social de tu empresa.
Responsabilidad Social: ser parte activa y responsable del entorno
La Responsabilidad Social es la contribución activa y voluntaria que hacen las empresas a favor de desarrollo social, económico y ambiental del entorno que rodea a la organización.
La empresa establece este compromiso con la sociedad con la participación de sus empleados, e inclusive, de sus familias. El propósito es mejorar el capital social y la calidad de vida de las comunidades que se relacionan con la compañía.
Para garantizar que tu empresa tenga una participación activa en las iniciativas de Responsabilidad social, tienes que inculcar ese sentimiento de compromiso y conciencia entre todos los empleados, a distintos niveles.
No basta con que estas iniciativas se limiten a la sala de juntas. La clave del éxito de estos programas está en lograr que los empleados sientan que estas iniciativas son parte de su experiencia dentro de esa compañía.
Cómo impulsar la Responsabilidad Social de la empresa
1. Crea una cultura de transparencia y responsabilidad
Para impulsar los esfuerzos de Responsabilidad Social hay que cultiva la transparencia. Para ello, puedes crear un departamento de Responsabilidad Social que trabaje estrechamente con otras partes interesadas clave dentro de la organización.
Ser transparente también significa que debe informar sobre sus iniciativas que se lleven a cabo en este sentido, para que las partes interesadas estén informadas de los progresos. También debe estar preparado para recibir comentarios y críticas, cuando sea necesario, para mejorar sus actividades.
2. Desarrolla un programa de voluntariado para los empleados
Una de las formas de impulsar los esfuerzos de Responsabilidad Social es generar un programa de voluntariado para que los empleados se vinculen con las causas sociales que atiende la empresa.
Un programa de voluntariado no solo brinda a los empleados a encontrar un nuevo propósito en su jornada de trabajo, sino que también puede aportar satisfacciones personales.
3. Precisa cuáles son las iniciativas de interés
Realiza una evaluación para identificar en qué áreas la acción de la empresa puede tener un mayor impacto. Los resultados de esta evaluación te ayudarán a decidir a qué causas sociales quiere dedicar tus recursos.
La acción social puede ser tanto directamente ejercida por la empresa, cómo también puedes colaborar con organizaciones no gubernamentales que trabajen en esas áreas de interés. Esto no solo servirá para involucrar a la empresa en la solución de determinados problemas del entorno, sino también te permitirá colaborar con personas de distintos ámbitos.
4. Fomenta la educación
La educación es la base para superar la mayoría de los problemas que aquejan al mundo contemporáneo. Por lo tanto, las causas sociales con las que te involucres son una oportunidad para educar sobre esos temas.
El apoyo que ofrezcas a organizaciones que atiendan un determinado problema puede ser en jornadas o campañas educativas en torno a esa problemática y las soluciones que existen. Estas acciones pueden ser tanto al interior de la empresa, como hacia las comunidades con las que se vincula la organización.
Causas como el desarrollo sostenible, el cambio climático o la equidad de género son excelentes oportunidades para promover un cambio de mentalidad entre los empleados, los clientes y el entorno con que se relaciona la empresa. Pero hay muchas otras, en las que cualquier empresa se puede vincular para generar la necesaria transformación que se necesita en la actualidad.
5. Comunica las buenas noticias
Las buenas acciones emprendidas por la Responsabilidad Social debe ser comunicadas a todos los stakeholders. Estas acciones contribuyen mejorar la imagen de marca de la empresa, por lo tanto, tienen que ser no solo impulsadas, sino también debidamente comunicadas.
6. Evalúa y mide el impacto
Como todo lo que se hace dentro de cualquier organización, hay que evaluar y medir el impacto de las acciones de Responsabilidad Social. Esto es clave para conseguir los objetivos que se planteen y para aplicar las mejoras que sean necesarias. Esa evaluación es positiva tanto para determinar en el área donde se quiere trabajar, dónde se ubican las demandas sociales, como para precisar que los recursos invertidos sean aprovechados al máximo.
Beneficios de comprometer a la empresa con la sociedad
- La acción social de la empresa puede ser una vía para atraer y retener a los mejores talentos. Una estrategia sostenida de Responsabilidad Social puede ser una forma de dar un propósito al trabajo que los colaboradores.
- Ayuda a construir la imagen de marca. Un número importante de consumidores está dispuesto a tomar decisiones de compra en función del compromiso de la empresa con causas sociales. Esto significa que la Responsabilidad Social puede contribuir con tus objetivos de venta.
- La Responsabilidad Social también puede ampliar el alcance del negocio y fortalecer su rentabilidad. Estas acciones pueden contribuir para conseguir el apoyo de determinados inversionistas o patrocinantes, lograr contrataciones públicas o para obtener deducciones fiscales.
¿Te gustaría ejecutar un proyecto de Responsabilidad Social en tu negocio? Como todo proyecto ameritará estudio, investigación y planificación para ejecutarlo en el tiempo y presupuesto previstos, así como para conseguir los objetivos que se plantee tu organización.
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