Estamos en la era de la digitalización de procesos y la transformación digital, con ello el liderazgo empresarial debe adaptarse para asimilar los cambios. Debe ser un liderazgo efectivo, empático y con motivación al logro para con los colaboradores del equipo de trabajo. Entre los diferentes tipos de liderazgo podemos encontrar el liderazgo transaccional. Este apunta a incrementar el desempeño del equipo, a través de un sistema de premios y castigo.
En la década de los 40 el sociólogo Max Weber había destacado el modelo de liderazgo transaccional pero sin acuñar ese término. No fue sino hasta 1978, que James MacGregor Burns, definió el término y caracterizó los dos principales modelos de liderazgo, a saber el transformacional y el liderazgo transaccional.
¿Qué es el liderazgo transaccional?
Se considera un tipo de liderazgo positivo porque ambas partes, colaboradores y empresas, logran diversos beneficios que se conocen como transacción. Y se trata de un modelo de gestión de intercambio que premia la automotivación del personal y el líder obtiene sus resultados. Pero también sanciona las metas no cumplidas.
El liderazgo transaccional consiste en un sistema que comienza con la organización, supervisión y motivación que lleva a cabo el líder responsable del equipo. Este modelo busca impulsar una acción por parte de los miembros del equipo para obtener unos resultados específicos. Por ello, se considera un sistema que estimula a sus integrantes y la transacción representa la recompensa (o castigo) de alcanzar la meta.
Es un tipo de gestión que mantiene su sistema para el cumplimiento total de las metas propuestas. Por lo tanto, es rígido, ya que sigue una rutina constante. Satisface necesidades específicas y es recomendable para proyectos con metas a corto y mediano plazo.
Cualidades y características de un líder transaccional
Los líderes transaccionales suelen pertenecer a la media y alta gerencia de una organización. Son jefes de departamentos o manejan varios grupos de trabajo. Al ocupar estos puestos suelen concentrarse en el cumplimiento de los procesos de la gestión y de la rutina diaria.
Son líderes dinámicos y audaces, capaces de observar continuamente a sus empleados para medir el rendimiento de cada uno. Con ello pueden determinar quiénes están cerca de cumplir con los objetivos o quienes no cumplirán las metas para realizar los cambios necesarios.
Un líder transaccional asimila la estructura de la empresa y no busca cambiarla porque son los responsables de dirigir y orientar las acciones. Su rol se concentra en fomentar la competitividad del equipo, genera el interés por la premiación o reconocimiento por cada objetivo alcanzado.
Debe tener, además, amplios conocimientos de motivación al logro para sus colaboradores. Debe ser ecuánime y debe tener capacidad para delegar. Suelen verse como guías de los grupos de trabajo.

Dónde funciona mejor el liderazgo transaccional
El liderazgo transaccional no pretende efectuar cambios en la estructura interna de una compañía. Solo espera motivar lo suficiente al equipo para obtener e incrementar los beneficios económicos finales y es muy eficaz para los momentos de emergencia o de crisis.
Como el modelo se base en el cumplimiento de metas específicas, poco se aplica en equipos relacionados con la creatividad. Con estos equipos más bien funciona el liderazgo innovador. El transaccional funciona en fábricas y en modelos de negocios destinados a la venta, como el sector inmobiliario donde es frecuente ver un sistema de recompensas, comisiones, viajes y otros beneficios.
Son organizaciones con una estructura piramidal y donde se compensa y motiva, a través de un abanico de beneficios no necesariamente económicos. También funciona en empresas donde la atención al cliente es clave en su funcionamiento, como de servicios médicos, farmacéuticos o en cadenas de comida rápida.
En otros casos en empresas bien estructuradas con jerarquías, como Microsoft, Starbucks y McDonald’s, emplearon un modelo de incentivos transaccional por resultados para obtener el éxito. Utilizan bonificaciones, el empleado del mes, el vendedor del año, entre otros reconocimientos del liderazgo transaccional, porque fomentan el entusiasmo entre los colaboradores.
¿Dónde se forma el líder empresarial?
Sin duda alguna, los nuevos directivos o gerentes de empresas deben estar actualizados con los tipos de liderazgos que pueden impulsar para conseguir los objetivos propuestos, según su modelo de negocios. Por supuesto, lo más recomendable es formarse en una escuela de negocios de trayectoria y con reconocimientos internacionales.
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