Si no hubiera crisis ni cambios, quizás las organizaciones no tendrían la necesidad de la planificación. Pero sabemos que así no funciona la realidad. Planificar en entornos inciertos debe estar en la agenda diaria del gerente de hoy.
Los cambios están a la orden del día. Y son de todo tipo. El mundo en general, y el sector empresarial en particular, vive en un entorno cambiante, donde la sociedad, los gobiernos, los mercados, la tecnología, la ciencia, hasta la naturaleza, generan cambios a los que hay que prestar atención para lograr la empresa siga creciendo.
Es por ello que el líder empresarial, que se caracterice por ser innovador, debe saber planificar en entornos inciertos. Esto le permite manejar mejor las coyunturas, apuntalar los resultados, reducir el impacto de la inestabilidad y tener un mayor control en procesos operativos más eficientes y productivos.
Se dice fácil, ¿no? ¿Pero cómo se logra planificar en medio de la inestabilidad?
La importancia de la planificación
Son muchísimos los teóricos que han destacado la importancia de la planificación. Esta es la base para ordenar el trabajo de toda organización en función de metas, presupuesto, cronograma, recursos y actividades.
La planificación permite coordinar el trabajo entre la dirección y las distintas áreas de la empresa. Todos los miembros de la organización entienden cuál es el rumbo y qué es lo que se espera de ellos. Es posible coordinar los esfuerzos individuales y de los equipos, para lograr las metas que se ha trazado la organización.
En síntesis: es una hoja de ruta necesaria, que nadie, en su sano juicio, se atrevería a cuestionar. Pero cómo es posible planificar para los próximos seis meses, un año o tres; proyectar el crecimiento de la empresa, en entornos que son inestables.
Planificación en entornos inciertos es la que puede dotar de herramientas a los líderes para minimizar las consecuencias que generan los eventos inesperados e implementar los redireccionamientos que sean necesarios, para que la empresa no pierda el rumbo y logre sus objetivos.
Cómo se logra planificar en entornos inciertos
Planificar en entornos inciertos requiere de:
- Mira el entorno para detectar oportunidades y amenazas.
- Tras analizar la situación, establece objetivos SMART, es decir: específicos, medibles, relevantes y alcanzables en un lapso de tiempo determinado.
- Planificar primero, a partir del análisis del entorno y la definición de metas, para luego convertir esa planificación en un presupuesto.
- Prevé una partida en el presupuesto para imprevistos. Establecer un porcentaje que permita afrontar no solo las variables controlables, sino también las incontrolables.
- Evita demoras en la toma de decisiones. La incertidumbre exige que el líder actúe a tiempo y con asertividad.
- Involucra a toda la organización en el proceso de planificar en entornos inciertos.
- Todo lo que se pueda invertir en transformación digital y automatización, que ayude a mejorar la productividad y la eficiencia, es ganancia. Evita escatimar recursos en esta área.
- Establece indicadores para el cumplimiento de las metas y evalúa con regularidad. Esto te ayudará a establecer los correctivos que sean necesario a medida que se van cumpliendo etapas.
- Dedica tiempo a la innovación, sobre todo aquella que pueda actualizar procesos o prácticas obsoletas e ineficientes que se puedan optimizar.
¿Vale la pena planificar en entornos inciertos?
¡Por supuesto que sí! Planificar en entornos inciertos abre la posibilidad de pensar en escenarios alternos, en cómo actuar si cambian las circunstancias. La planificación debe ser vista con flexibilidad, para que permita que la organización se pueda adaptar a los cambios.
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