¿El proceso del Design Thinking realmente funciona para diseñar, prototipar y probar un nuevo producto o servicio? La respuesta es sí. La metodología ha demostrado su eficacia para conducir y sistematizar la innovación por varias razones.
En primer lugar, porque el proceso del Design Thinking pone al usuario o al cliente en un lugar privilegiado. Conoce sus preferencias, valora su opinión y busca satisfacer sus necesidades o problemas. Esa es la base de su éxito.
La segunda gran clave del éxito del proceso del Design Thinking es que es el resultado de un trabajo en equipo. Toda organización que quiere impulsar un nuevo producto o servicio usando esta metodología, tiene que sumar a distintos actores, con distintos perfiles, dentro del proceso.
Esa suma de conocimientos y experiencias es la que aporta diversidad a la visualización del problema. En esa confluencia de perspectivas surgen nuevas respuestas y reflexiones que enriquecen el proceso de innovación, con lo cual se complementa y perfecciona la propuesta inicial.
Sin embargo, también son importantes otros factores en el proceso del Design Thinking. ¿Quieres saber cuáles son?
Razones por las que el proceso del Design Thinking funciona
La comunicación visual es la base
Una imagen vale más que mil palabras dice el refrán. Y es un hecho. Con materiales de uso común (rotuladores/marcadores, hojas de papel, notas adhesivas, lápices de colores, fotografías) se van construyendo mapas visuales, en los que se analiza el problema y se proponen soluciones. Las imágenes evocan ideas y con ellas se llega a nuevas conclusiones.
Lo lúdico activa la creatividad
El proceso de Design Thinking se da en una atmósfera que promueve lo lúdico. Entre las dinámicas visuales y el juego se potencia un estado en el que converge la mente creativa con la analítica. Este estado facilita el surgimiento de soluciones innovadoras, al mismo tiempo que factibles.
El equipo consolida el proceso
El equipo que participa en un proceso de Design Thinking además de heterogéneo debe ser estable. Hay un núcleo de personas que participan durante todo el proceso, sin embargo, es positivo sumar otras personas en etapas como la generación de ideas o la prueba de los prototipos. El equipo estable consolida las conclusiones a las que se llega, las personas nuevas que ingresan las enriquecen.
La actitud correcta genera el resultado esperado
Participar en un proceso de Design Thinking significa tener la actitud del diseñador. ¿Esto cómo se entiende? Los participantes deben ser curiosos y positivos. Deben atreverse a cuestionar el statu quo y desechar los prejuicios. Dar espacio incluso a lo descabellado. Además, tienen que estar atentos de dónde surge una observación importante.
Del fracaso surge el éxito
Desarrollar un proceso de Design Thinking significa no tener miedo al fracaso. Comenzar todo de nuevo después de la retroalimentación del cliente es el camino correcto.
Esta metodología se basa en idear, prototipar y probar, si la prueba fracasa es la fuente para hacer la mejora correspondiente. Luego volver a probar y ver cómo resulta. Design Thinking se basa en ser un proceso iterativo.
Recomendaciones finales
- El espacio para hacer el proceso de Design Thinking debe ser un espacio que propicie el trabajo distendido. Se necesita una mesa y que se puedan pegar papeles en las paredes.
- Lo ideal es que por lo menos una persona conozca bien la metodología para que guíe el proceso.
- Pensar en el diseño no significa sólo discutir sobre la misma. Hay que pasar lo más rápido posible a la fase de desarrollo de prototipos y someterlos a prueba con los clientes.
- Recuerda siempre: Design Thinking trata de comprender qué piensa y qué necesita el cliente. No pierdas tiempo en el diseño de un prototipo, lo más importante es la funcionalidad. Luego somételo a prueba y precisa qué opina el cliente.
“Design Thinking es un método para satisfacer las necesidades y deseos de la gente de una manera tecnológicamente factible y estratégicamente significativa.”
Estas palabras son de Tim Brown, actual CEO de la empresa IDEO, la empresa fundada por David E. Kelley, quien es considerado el padre del proceso de Design Thinking. Brown es quien ha llevado la empresa a lo que es hoy, un referente mundial en innovación.
Fuentes: Fuente: HPI School of Design Thinking / IDOM