Sam Walton, fundador de la cadena de tiendas Walmart, inició su negocio a los 50 años. Steve Jobs tenía 52 años cuando Apple sacó su producto estrella, el iPhone, al mercado. Jeff Bezos tenía 45 cuando Amazon dio el salto que lo consolidó globalmente. En el otro extremo están Bill Gates, Michael Dell y Mark Zuckerberg, quienes desarrollaron sus negocios siendo jóvenes universitarios.
¿Hay una edad ideal para emprender? Por supuesto, que no. La historia del mundo de los negocios tiene numerosas historias de personas de cualquier edad que han triunfado con sus emprendimientos. Sin embargo, ser joven y emprendedor es una tendencia en ascenso, después de dos años de pandemia en la que todo lo conocido dio un giro.
Cada vez más jóvenes entre los 20 a 30 años se aventuran en la apasionante carrera del emprendedurismo, solos o en compañía, para aportar soluciones a las nuevas dinámicas poscovid. Y más allá de que fracasen o tengan éxito, la pasión y el entusiasmo que imprimen a sus proyectos, además de que les están abriendo un espacio en el mercado, están captando la atención de inversionistas y fondos interesados en el emprendimiento de jóvenes.
Las razones para ser joven y emprender
Hay distintas razones para ser joven y emprendedor. Sin embargo, todas tienen en común la detección de una oportunidad en el mercado, la cual luego de ser trabajada con planificación y constancia, puede desembocar en la creación y desarrollo de una nueva empresa con claros fines comerciales o también que aporte positivamente al entorno y la comunidad donde se insertan.
Una vez que se ha detectado una oportunidad, ¿por qué es genial ser joven y emprendedor?
1. Eres libre
Ser joven y emprender con un negocio propio es tomar las riendas de tu presente y, por qué no, de tu futuro. No te tienes que amarrar a un empleo que no te guste solamente por recibir un salario. Nada será más gratificante que trabajar por esa idea que te motiva.
Con trabajo y entrega, pronto te darás cuenta de que eso te puede aportar libertad financiera, pero también un manejo de tu tiempo que no tiene el que se emplea en un trabajo formal o tradicional.
2. Más que trabajar, haces realidad un sueño
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Esta es una frase del pensador y filósofo chino Confucio. La dijo hace más de 400 años antes de Cristo, y sigue plenamente vigente.
Emprender es exigente, demanda dedicación, trabajo y tiempo. Pero es un esfuerzo que tiene un fin muy especial. Hacer realidad un sueño, esa idea que te inspira, aligera la carga que puede significar el trabajo arduo que amerita.
3. Creces profesionalmente
Emprender un negocio propio es un proceso de aprendizaje continuo. Por lo general, al comenzar estarás en todas las posiciones: serás el gerente, el vendedor, el administrador, el community manager y el diseñador gráfico.
Así tengas alguna formación en negocios o en el área específica de tu emprendimiento, impulsar un negocio te lleva a aprender a diario. Con cada decisión que tomas habrá un aprendizaje, fortaleces conocimientos, descartas ideas que no funcionan. Incluso en el caso de que el emprendimiento fracase, esa experiencia abonará valor a tu currículo si el siguiente paso es buscar un empleo.
4. Generas empleos
Para muchos jóvenes, y no tan jóvenes, emprender es un acto en solitario. Sin embargo, a medida que el negocio crece, tendrás la capacidad de sumar empleados al equipo para que se fortalezca la propuesta que ofrecen al mercado.
Lograr darle empleo a otras personas es un logro importante. Llegar a ese punto te mostrará que estás en el camino correcto, que el negocio está creciendo y que vale la pena el esfuerzo, el tiempo y el trabajo que has invertido en tu sueño.
5. La satisfacción personal es enorme
Levantar un negocio desde cero, definir la idea, desarrollarla y darle forma hasta que resulta atractiva para esos primeros clientes, es una de las satisfacciones personales más relevantes en la vida de cualquiera.
Es una satisfacción que va más allá de la compensación económica. Muchos jóvenes emprendedores están haciendo propuestas de negocio con impacto social y ambiental. Esa oportunidad de reportar un beneficio al entorno es una fuente de inspiración y motivación única, difícilmente reproducible estando empleado.
¿Te gusta la idea de ser un joven emprendedor?
El informe más reciente de Global Entrepreneurship Monitor, “2021/2022 Global Report: Opportunity Amid Disruption”, confirma que la tendencia tras la pandemia es que los más jóvenes son más propensos a emprender que los más adultos. Al mismo tiempo, los profesionales graduados están más inclinados a emprender que los no graduados.
Igualmente, entre las principales razones para emprender entre las nuevas generaciones está arraiga la idea de “marcar una diferencia en el mundo”. Esto fue especialmente notorio en las economías con ingresos más bajos.
Aunque parezca contradictorio, no lo es, porque estos países son los que experimentan los peores efectos de los desafíos globales, tales como: la pandemia, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Es visible como muchos emprendimientos de jóvenes latinoamericanos están aportando soluciones a los problemas más sensibles de su entorno.
Si tu plan es ser un joven emprendedor por su puesto que aplaudimos esa idea y te invitamos a que fortalezcas tus conocimientos con alguna de las maestrías de ESPAE. ¡Adelante, esperamos que consigas el mayor de los éxitos!