En torno a la innovación hay muchos mitos. Muchos creen que con implementar nuevos software en la oficina o en la empresa es suficiente. Pero es mucho más. De hecho hay varios tipos de innovación.
Entender estos tipos de innovación es clave para poder aplicar las metodologías correctas y lograr los objetivos esperados.
El economista alemán Jürgen Hauschildt definió la innovación de la siguiente manera: “Las innovaciones son productos, servicios, procesos o modelos de negocio cualitativamente nuevos que son visiblemente diferentes en un estado comparativo”. Ello, sin duda, nos abre el camino para comprender que hay distintos tipos de innovación.
¿Cuáles son los tipos de innovación más importantes?
Hay distintas formas de definir tipos de innovación. En principio, podemos partir en diferenciar la innovación según la fuente o el origen del proceso innovador. En este sentido, se ven claramente estos tipos:
Innovación cerrada
Esta bien pudiera considerarse el tipo de innovación primigenio. La empresa utiliza sus propios recursos, el talento de sus jefes de proyectos, su propio know how, para desarrollar nuevos procesos y productos. Por lo tanto, toda la propiedad intelectual de la innovación le pertenece.
Innovación abierta
La empresa busca soluciones a partir de asociaciones con startups, otras empresas, otro tipo de organizaciones. El proceso de innovación se alimenta tanto de recursos internos como externos. Con este tipo de innovación, la empresa se beneficia de buscar lo mejor, donde quiera que se encuentre y se enriquece con el intercambio de ideas y conocimientos.
Innovación en ecosistema
Este es un concepto reciente, impulsado por el consultor y docente español Alexander Phimister, autor de “El libro de la Innovación”. Su planteamiento incluye la unión de los diferentes actores presentes en una cadena de valor, para innovar de forma conjunta la oferta de productos y servicios y así formular nuevos procesos.
Otra fórmula de definir tipos de innovación es a través de la intensidad de los cambios a implementar. En este sentido, existen los siguientes tipos:
Innovación incremental
La empresa necesita añadir algo nuevo o mejoras a un producto existente e inicia un proceso de innovación incremental. El resultado serán las mejoras estimadas, pero no cambios radicales. Los software son el mejor ejemplo de este tipo de innovación, pues se van agregando mejoras al producto inicial.
Innovación radical
Este tipo de innovación es evidente desde su nombre. La empresa se propone un cambio total de escenario, promueve una transformación real en el mercado. En tipo de innovación hay cambio completo en el posicionamiento de la marca, en los procesos, los servicios, los productos, la relación con los clientes, hasta los modos de trabajo.
Innovación sostenible
Con este tipo de procesos innovadores, las empresas solo buscan defender su posición en el mercado. Las mejoras van dirigidas a seguir siendo competitivos. La innovación que mejora un producto, un servicio o un proceso es sostenible, independientemente de que sea radical o incremental.
Innovación disruptiva
Vivimos tiempos marcados por la innovación disruptiva. Es una propuesta que transforma un sector. Los cambios más que en el producto o servicio, son en la forma como se relacionan con el cliente, lo que cambia el comportamiento de los clientes hacia la propuesta de valor ofrecida.
Marcas como Uber o Airbnb son innovaciones disruptivas pues transformaron nichos del mercado tradicionales, que estaban agotados o que clamaban por una nueva reingeniería.
¿Dónde aplicar estos tipos de innovación?
Los tipos de innovación mencionados pueden tener distintos ámbitos de aplicación. Sin embargo, a grandes rasgos, se pueden implementar en la innovación en:
- Productos: se mejora la oferta de productos que se ofrece al mercado o se idean productos nuevos. También se puede mejorar la experiencia del cliente con el producto.
- Servicios: igualmente, se desarrollan nuevos servicios u ofertas al mercado o nuevos segmentos. Se añade valor al producto o servicio, o se simplifica un producto o servicio.
- Procesos: se utilizan las distintas metodologías para mejorar procesos, métodos o flujos de trabajo.
- Organizativa: se reestructura la organización, se mejora la gestión de los talentos, se promueve una transformación cultural o se desarrollan nuevas capacidades.
- Marketing: se innovan los modelos de comunicación con los clientes, los canales de distribución, se transforman las tarifas o precios, o se establecen nuevas fórmulas de monetización.
- Tecnológica: impulsa la adopción e implementación de nuevas tecnologías dentro de los procesos y las operaciones de la empresa.
Cualquiera sea el tipo de innovación que pretendas implementar en tu empresa y organización, siempre habrá competencias por desarrollar junto con las metodologías a implementar.
Para ello, revisa la oferta académica de ESPAE, cuyos programas están cruzados trasversalmente por esa visión innovadora que demanda la actualidad.
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